domingo, 26 de diciembre de 2010

Therigatha, Poemas de Monjas Venerables_2



El Cullavagga cuenta:

Buda se estaba quedando en el Monasterio Banyan entre los Sakyas en Kapilavastu. Mahapajapati Gotami fue donde estaba Buda , se aproximó y le saludo, quedándose a una distancia respetuosa, le dijo: ¨Sería bueno mi señor, si a las mujeres se les permitiera dejar  su hogar y entrar a vivir sin hogar bajo la disciplina del Tathagata y del Darma¨.
¨Suficiente, Gotami. No cierres tu corazón y que se les permita a las mujeres hacer eso ¨
Una segunda y una tercera vez Pajapati con las mismas palabras hizo la misma solicitud y recibió la misma respuesta. Pensando que el Bendito  no permitiría a las mujeres entrar a vivir sin hogar, ella hizo reverencia y manteniéndose a la derecha de el, partió en llanto.

Después el Bendito se fue para Vesali. Pajapati se quitó el cabello, se puso una túnica de color azafrán y se fue  a Vesali al frente de un gran número de mujeres sakyas. Ella arribó al vestíbulo de Kutagara en el gran bosquesillo con los pies inflamados y llenos de polvo. Llorosa, ella se paró fuera del vestíbulo.

Ananda viendo que ella se había parado fuera preguntó, ¿Porqué estás llorando?

¨Porque, Ananda, el Bendito no permite a las mujeres dejar su hogar y entrar a vivir sin hogar bajo la disciplina del Tathagata y del Darma.

Entonces el Venerable Ananda fue con Buda, hizo una reverencia ante el y tomó asiento a su lado. Y dijo: Pajapati está parada afuera, bajo la entrada del pórtico, con los pies inflamados, cubiertos con polvo, llorando, porque no permites que las mujeres dejen su hogar para vivir sin hogar. Sería bueno mi señor si las mujeres tuvieran el permiso para hacer eso.

¨Suficiente, Ananda, no cierres tu corazón  y que se les permita a las mujeres a hacer eso.¨

Una segunda y una tercera vez Ananda hizo la misma petición en las mismas palabras y recibió la misma respuesta.

Luego Ananda pensó: El Bendito no dará su permiso. Trataré de preguntar de otra manera.

¨Son las mujeres capaces, mi señor, cuando ellas viven sin hogar realizar los frutos de entrar en la corriente, no regresar y hacerse Arahat?

¨Si, Ananda, ellas son capaces.

Si las mujeres son capaces de realizar la perfección, y  Pajapati te ha dado un gran servicio - ella fue tu tía, enfermera, madre adoptiva, cuando tu madre murió, ella te dio a que mamaras de su propio pecho - sería bueno si una mujer se le pudiera permitir entrar a vivir sin hogar¨

Entonces, Ananda, que Pajapati acepte las ocho reglas especiales, y que las incluya en su ordenación.

Debió ser evidente a Buda que Pajapati y el grupo de mujeres con ella, que habían recorrido a pie ciento cincuenta millas, con sus cabezas afeitadas y sus túnicas de color azafrán estaban listas para ser ordenadas y no aceptarían un ¨no¨ por respuesta. La visión de estas mujeres y su inquebrantable sinceridad debieron dejar una viva impresión, y no solamente en el simpatizante Ananda. Su resolución fue audaz en una cultura en donde la humildad y obediencia era el trato deseable de una mujer. Tal vez las ocho reglas especiales, su acertar a que fueran un pre-requisito para la ordenación de mujeres fueron un baluarte contra cualquier posible audacia futura. Aunque las ocho reglas especiales claramente relegaban a la mujer a un estatus secundario, Pajapati las aceptó en orden y logro su primera meta, el de establecer una orden de monjas.

Continuará.

Corina Escobar

Fuente: "Firts Buddhist Women", Susan Murcott, Parallax Press, California.

Glosario.
Cullavagga, este es una elaboración de las etiquetas y obligaciones de los bhikkhus y bhikkunis. Este se encuentra dentro del Vinaya Pîtaka (1º división del Canon Pali, la cual constituye el soporte de la vida monástica de la sangha.)

1 comentario:

  1. que alegria fue haber encontrado este blog. lo seguire con devocion. valoro mucho el compromiso y la abnegacion de las mujeres en el budismo.

    liliana posso
    cali,colombia. practicante zen.

    ResponderEliminar